Los dos módulos prefabricados instalados en el patio del CEIP San Ignacio para acoger a un centenar de alumnos de Primaria realojados en edificio secundario de Infantil de la misma calle después del cierre del centro principal tras ser declarado en ruina afrontan por fin la recta final de los trabajos para estar operativos.
Eso sí, lo hacen con casi un mes de retraso a los planes de la Delegación territorial de Desarrollo Educativo que, en un alarde de optimismo, apostó por comenzar noviembre con estas caracolas funcionando, es decir, apenas diez días después de su llegada al colegio isleño desde otro centro de Marbella.
En este caso, llueve también sobre mojado porque el compromiso era comenzar el nuevo curso con estas cuatro aulas provisionales funcionando, otro plazo que tampoco se ha cumplido después de que el proyecto presentado por la Junta tuviera que subsanar varias cuestiones, lo que demoró la concesión de la licencia de obra por parte del Ayuntamiento isleño.
También ha habido problemas de última hora en las propias estructuras, que han tenido que ser objeto de trabajos de acondicionamiento por los desperfectos que presentaban a causa del último temporal, pero que ya han sido reparadas. Estas últimas semanas los operarios se han habilitado rampas de acceso para las personas con movilidad reducida y se han terminado todos los trabajos de conexión para los suministros de electricidad, agua y saneamiento necesarios.
Resignados y cruzando los dedos para comenzar 2025 con mejor pie, en la comunidad educativa quieren ir finiquitando frentes cuanto antes y habían programado este jueves 12 para trasladar todo el mobiliario (sillas, mesas, estanterías), pizarras y materiales para equipar las prefabricadas y adecuar los espacios, pero la seria amenaza de lluvia ha dejado sus planes en el aire.
Su idea es dejar todo listo antes de que comiencen las vacaciones de Navidad para que los alumnos de las cuatro clases de Primaria inicien el segundo trimestre en los módulos, lo que les permitiría liberar espacio del edificio de Infantil que han tenido que sacrificar.
El centro espera aprovechar las salidas programadas de los alumnos de la semana que viene para visitar los belenes y otros enclaves propios de las navidades, para hacer efectiva toda la mudanza y causar el menor trastorno posible a los estudiantes.
Por su parte, fuentes de la Delegación de Isabel Paredes dejan claro que “antes de las vacaciones de Navidad” las prefabricadas estarán acondicionadas para recibir a los estudiantes, y que a partir de ahí será el centro que el deberá coordinar en estos últimos días este realojo.
La comunidad educativa también aguarda como agua de mayo la redacción del proyecto de adecuación del office en el edificio de Infantil para volver a tener en sus instalaciones el servicio de comedor que también se llevó por delante la clausura del colegio y que les obliga cada día a desplazarse 400 metros al CEIP Quintanilla, donde funciona provisionalmente.
Las últimas novedades en este sentido, según ha podido saber este medio, es que el proyecto ya está en manos de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) pendiente de que le den el visto bueno para remitirlo al Ayuntamiento de San Fernando para su licitación.