El alumnado de Primaria del CEIP San Ignacio de San Fernando terminará el primer trimestre del curso reubicado en los módulos prefabricados que se instalarán en las pistas deportivas de edificio principal del colegio, que tuvo que ser clausurado hace un año tras ser declarado en ruina.
Así se lo ha garantizado a la comunidad educativa la delegada territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Isabel Paredes, durante el transcurso de una reunión en el centro educativo isleño a la que también han acudido la concejala delegada de Educación Pepa Pacheco, y el concejal delegado de Infraestructuras y Mantenimiento Urbano, Javier Navarro, además de representantes de la AMPA y la Flampa, que han recibido a las autoridades con pancartas y con toda la calle empapelada de reivindicaciones.
En el encuentro, Paredes les ha explicado que la previsión es que las aulas prefabricadas lleguen desde Marbella en una semana, el próximo 20 de noviembre, si las situación meteorológica lo permite. A partir de ahí, asegura la titular de Educación de la Junta en Cádiz, la estimación de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), es que su puesta en funcionamiento se produzca una semana después de recibir este equipamiento, por lo que esperan que a finales de noviembre, se haya materializado la reubicación en estas caracolas donde permanecerán los alumnos de forma provisional. Hay que recordar que el compromiso inicial era que estos módulos estuviesen operativos al comienzo del curso.
Otro de los frentes que tiene abiertos la comunidad educativa es el comedor escolar, que también tuvieron que sacrificar con el cierre del colegio, lo cual obliga a los alumnos a trasladarse a diario durante 400 metros hasta el CEIP Quintanilla, donde se ha habilitado este servicio. La principal novedad de esta reivindicación es que tendrán que seguir esperando. Paredes les ha detallado que es necesario adaptar el proyecto original que presentó el estudio de arquitectura encargado del mismo para ajustarse a la normativa. Una vez que cumpla con ella y reciba la aprobación por parte de APAE, se trasladará dicho proyecto al Ayuntamiento para que proceda al proceso de licitación del mismo.
En cualquier caso, apuntan desde la AMPA, el compromiso que mantiene la Junta es que en enero de 2025 puedan contar con servicio de comedor en el centro, siempre y cuando se cumplan los plazos y en dos semanas el proyecto tenga recogidos los cambios, que es la estimación que se baraja.
La gran asignatura pendiente sigue siendo el proyecto de ampliación del centro, a juzgar por las manifestaciones de la delegada territorial de Educación, las cuales no han tranquilizado a los padres pese a la “empatía” que aseguran que les ha mostrado, dejando claro, además, que Junta y Ayuntamiento “van de la mano” en las actuaciones pendientes. Si bien Paredes les ha asegurado que la ampliación del colegio isleño “está en programación desde enero del pasado curso”, también les ha emplazado a la necesidad de realizar un estudio de necesidades multidisciplinar que recoja “datos reales de población y alumnado potencial, y las necesidades educativas y de infraestructuras del mismo”. “Lo ha dejado en el aire”, lamenta la presidenta de la AMPA, Amalia Ríos.