A lo largo de sus más de trescientas páginas, el libro ofrece una cuidada selección de historias inéditas en España. El experto Greg Sadowski eligió los relatos para la editorial estadounidense Fantagraphics, pero los lectores españoles ya pueden disfrutar de la edición en castellano, recién publicada por Diábolo.
Durante más de cincuenta años, las crónicas oficiales señalaron a Bill Gaines como padre único de los cómics de terror. Gaines heredó la empresa Entertaining Comics (EC) y, tras contratar al guionista y dibujante Al Feldstein, decidió emprender un nuevo rumbo editorial.
“Entre diciembre de 1949 y enero de 1950, los cómics de crímenes de EC presentaron una nueva sección de terror: The vault of horror, seguida un mes después por The crypt of terror. La respuesta fue tan positiva que, dos números más tarde, esas secciones se transformaron en serie propias”, explica John Benson en las notas finales del libro.
“Las excelentes ventas de estas dos series, junto con una tercera, que lanzaron un mes más tarde –The haunt of fear–, consiguieron llamar la atención del resto de la industria y muy pronto todas las editoriales comenzaron a publicar cómics de terror”.
Esta versión recibió un duro golpe a principios de la década de los noventa, cuando el dibujante Shelly Moldoff recordó que él ya le había ofrecido a Gaines dos historias más de un año y medio antes de que EC lanzase sus publicaciones.
Pese a ello, Benson resalta el mérito de EC, que “creó un nuevo estilo de horror”. “En vez de apoyarse en elementos sobrenaturales tradicionales, planteaba situaciones que podían ocurrir realmente, como acabar bañado en aceite hirviendo o despedazado”.
Para dar una visión global, el objetivo de Four color fear es reconocer la valía de muchos sellos que contribuyeron a moldear aquel imaginario terrorífico.