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Botellón y jaleo nocturno en pleno corazón del centro

El trasiego de clientes de un conocido local hostelero genera molestias entre los vecinos de la plaza Quemada, que urgen ya soluciones

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  • Restos del botellón en la calle Don Juan, junto a la plaza Quemada. -

Los vecinos de la plaza Quemada -entre Bizcocheros y Clavel- denuncian molestias nocturnas crecientes como consecuencia del trasiego de clientes de un conocido local de ocio, que han tomado ya como costumbre terminar la noche junto a sus viviendas.

Los efectos de estas concentraciones son bastante previsibles. “No podemos dormir tranquilos. Entre los gritos y las peleas, esto es un sinvivir”, comenta uno de los afectados.

La tranquilidad de esta zona del centro histórico de la ciudad se está viendo alterada por este tipo de comportamientos, pero a esas molestias deben añadirse también las derivadas del abandono en la vía pública de todo tipo de desperdicios, que deben ser recogidos a primera hora de la mañana por las propias víctimas de este desmadre.

“Es vergonzoso que tengamos que salir cada mañana a limpiar los portales de nuestras casas. Han llegado a orinarse en las puertas”, añaden, en lo que no deja de ser una muestra más de la “degradación” que está sufriendo el barrio.

Los efectos de este tipo de concentraciones llegan a la cercana calle Don Juan, donde este pasado fin de semana también fue necesario que los vecinos intervinieran a primera hora de la mañana.

“Además de la basura que generan y lo guarros que son haciendo sus necesidades en la calle, tenemos que aguantar toda la noche el trasiego de gente gritando, muchas veces bajo los efectos del alcohol”, subrayan.

Los vecinos de la plaza Quemada, la calle Don Juan y el entorno más próximo reclaman una intervención urgente de las autoridades locales para poner fin a esta situación, exigiendo una mayor presencia policial y sanciones para quienes no respeten el entorno.

Las quejas han sido ya trasladadas al Ayuntamiento, siendo habituales las llamadas a la Policía Local. Los afectados lamentan que por ahora no se hayan adoptado medidas para frenar este tipo de prácticas, que está generando un gran malestar. 

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