Así lo anunció este miércoles a los medios de comunicación el presidente de la región de Toscana, Enrico Rossi, a la salida de una reunión con el Ejecutivo central en la sede de la Presidencia del Gobierno, Palacio Chigi, en la que se abordó el reparto de los indocumentados entre las distintas ciudades del país.
Según declaraciones de Rossi que recogen los medios italianos, estos permisos de residencia temporales, que forman parte del acuerdo de cooperación sobre inmigración firmado ayer entre los Ejecutivos de ambos países, "no se concederán a aquellos indocumentados que tengan antecedentes penales".
Los permisos, que tendrán una validez de seis meses, no serán aplicables a los indocumentados que lleguen de Túnez tras la entrada en vigor del decreto del Gobierno de Silvio Berlusconi, que este miércoles se reunió en Roma con representantes de las regiones y los ayuntamientos italianos.
La medida está pensada para disuadir nuevas salidas de barcazas de las costas de Túnez y contempla la posibilidad de hacer repatriaciones directas de los inmigrantes que lleguen a partir de ahora de un modo más simple: bastará con el reconocimiento de la persona por parte de las autoridades consulares tunecinas.
El decreto sobre los permisos de residencia temporales será firmado, con casi toda probabilidad, mañana mismo en el Consejo de Ministros, según afirma en su página web el diario "La Repubblica", que explica además que esta medida permitirá a los inmigrantes desplazarse libremente por los países del área Schengen.
"Todas las regiones (italianas) acogerán a los inmigrantes (...) y no se instalarán tiendas de campaña para acogerlos. Además, serán activados los procedimientos para que los inmigrantes puedan circular por los países de la Unión Europea", dijo el presidente de la Asociación de Municipios Italianos, Sergio Chiamparino, al término de la reunión en Roma.
El texto firmado este martes entre Italia y Túnez, después de que el lunes Berlusconi no consiguiera cerrar un acuerdo con su homólogo tunecino, Beyi Caid Essebsi, prevé además la cesión a las autoridades del país norteafricano de medios marinos -como seis lanchas motoras o cuatro naves de patrulla- para que intensifiquen los controles de las costas.
Según las cifras citadas este miércoles en la reunión entre Gobierno y regiones, desde que comenzó 2011 han desembarcado en las costas italianas 25.800 inmigrantes, de los que unos 2.300 salieron de Libia y el resto de Túnez.