Uno de los testigos consultados telefónicamente por Efe, que pidió mantener en reserva su identidad, dijo que por lo menos una de las víctimas, Ali Jamus, murió por disparos de francotiradores desconocidos.
El ataque se produjo en una nueva jornada de protestas en diferentes lugares de Siria, que desde mediados de este mes han causado más de setenta muertos, en su mayoría por la intervención de fuerzas policiales.
En Latakia, a orillas del Mediterráneo, hubo una manifestación de la oposición durante la cual fue incendiada la sede local del gobernante partido Baaz. También fue quemada otra sede de ese partido, así como una comisaría, en la ciudad sureña de Tafas.
Según fuentes médicas consultadas por Efe, cerca de cien personas, entre ellas setenta policías, fueron atendidas en Latakia por heridas a causa de los disturbios surgidos durante manifestaciones de jóvenes que se desplegaron por esa ciudad.
Sin embargo, las versiones procedentes de esa ciudad son contradictorias sobre quién pudo hacer los disparos que mataron a las cuatro personas y la identidad de todas las víctimas.
Un residente consultado telefónicamente por la cadena catarí Al Yazira, que dijo que eran tres los muertos y "muchos" los heridos, señaló que los disparos fueron hechos por fuerzas de seguridad y civiles desconocidos.
"Algunos tiradores vestidos de civil estaban detrás de las líneas de la policía y los agentes estaban parados, sin hacer nada", agregó el testigo.
La versión oficial, sin embargo, es distinta. Según la consejera presidencial Buzeina Shaaban, que suele actuar como portavoz, los disparos fueron hechos por un hombre desconocido y dijo que fallecieron dos agentes de seguridad y un manifestante.
Según la fuente oficial, ese tiroteo se produjo cuando "un grupo armado" se presentó en Latakia desde la entrada sur de la ciudad y durante varias horas causó destrozos en tiendas y en otras propiedades.
Además de los disturbios en Latakia y Tafas hubo protestas políticas en otras ciudades del país, como Deraa, en el sur, donde cerca de cincuenta personas murieron esta semana por disparos de fuerzas policiales contra manifestantes.
También hubo protestas en Sanamein, donde el viernes murieron unas veinte personas también por disparos de la policía, según Al Yazira. La cadena dijo que había podido confirmar que seis de las víctimas fueron enterradas en Sanamein y ocho en una localidad vecina.
Los disturbios de este sábado opacaron el anuncio de la puesta en libertad de 260 presos políticos, la mayoría de ellos islamistas y activistas kurdos, que estaban en la cárcel de Saidnaya, a las afueras de Damasco.
La medida, dada a conocer por activistas de derechos humanos, fue interpretada como un intento del Gobierno por acallar las protestas políticas que estallaron a mediados de mes, semanas después de las que estallaron en Túnez y Egipto.
Coincidiendo con las protestas de este sábado se conoció la expulsión del país del director de la oficina de la agencia de noticias Reuters en Damasco, el periodista jordano Jaled Yacub Aweis.
Aweis se dirigió hacia la vecina Jordania, según confirmó telefónicamente a Efe. El periodista agregó que fue expulsado del país por "falta de profesionalismo y difundir noticias falsas".
Según fuentes de grupos de derechos humanos de Siria, la expulsión de Aweis está supuestamente vinculada con las informaciones que difundió en los últimos días sobre los disturbios que se registraron en el sur del país.