En la mañana de este viernes, continuando con la histórica tradición realizada anualmente desde 1755, ha tenido lugar el acto de la bendición del mar presidido por el Comandante General de la Infantería de Marina, Rafael Roldán Tudela, acompañado por el Almirante Jefe del Arsenal de Cádiz, Rubén Rodríguez Peña, el Almirante Jefe de la Base Naval de La Carraca, Fernando Poole Quintana, y diversas personalidades y autoridades.
Los orígenes de la bendición del mar se remontan al voto que hizo la Armada en 1755, para solemnizar el escaso efecto que tuvo el maremoto que siguió al terrible terremoto de noviembre de dicho año, conocido como el Terremoto de Lisboa, sobre la entonces llamada Real Isla de León y, en particular, sobre el Arsenal de La Carraca.
El día 1 de noviembre del citado año, festividad de Todos los Santos, alrededor de las 9:30 de la mañana, se originó, a unos 250 kilómetros de la costa portuguesa, un gran seísmo que provocó un inmenso movimiento de mar. Este maremoto llegó a inundar, con sus devastadoras consecuencias, numerosas ciudades de la costa de Huelva y Cádiz.
En la ciudad de Cádiz, las olas rompieron las murallas portuarias y el mar invadió la ciudad en tres ocasiones, falleciendo, como consecuencia, decenas de personas. Asimismo, se inundaron parajes tan conocidos como la Caleta y las dos puertas de la ciudad, la Puerta del Mar y la Puerta de Tierra. En Ayamonte murieron 1.000 personas y en Lepe 400 personas, perdiendo, además, gran parte de su flota pesquera. En Chiclana, Sanlúcar de Barrameda, Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera hubo cuantiosas víctimas y desperfectos.
En la entonces llamada Real Isla de León (actualmente, San Fernando) no se produjeron daños materiales de gran importancia, pero su población fue consciente del evidente peligro que corría la ciudad por su proximidad a Cádiz. Tras este desastre natural y dado que La Isla y sus habitantes se habían salvado de la catástrofe, la Armada hizo voto solemne de celebrar la bendición de las aguas como muestra de gratitud.
Así, en el día de hoy, la Base Naval de La Carraca ha vivido una jornada de extraordinaria tradición e historia, vistiéndose de engalanado general para la ocasión. El acto comenzó a las once y media y finalizó alrededor de la una del mediodía con el tradicional desfile militar que cierra cualquier acto castrense. Dentro de este característico acto tuvo lugar la misa votiva, oficiada por el Obispo de Jerez de la Frontera, José Rico Pavés, la procesión hasta los muelles para el acto de bendición y la vuelta en procesión de nuevo a la iglesia. A continuación, se entonó la salve marinera y se cerró el acto con el desfile final de la Fuerza.
Cabe destacar que esta ceremonia ha pasado a convertirse en uno de los actos más simbólicos de la ciudad de San Fernando, por lo que viene siendo habitual la asistencia al mismo de una representación de la Corporación Municipal e incluso de una representación de la Corte de Salineras, ataviada con su traje típico isleño.