El grito de arenga de la Selección Española de Baloncesto tuvo su origen en San Fernando. Durante muchos años, el complejo de Bahía Sur fue la sede principal de la concentración de la Selección Española de Baloncesto. Desde 1998 hasta 2009, con la excepción de una concentración en Málaga para preparar el Mundial de 2002 en Indianápolis, las sesiones de entrenamiento previas a los torneos se llevarban a cabo en Bahía Sur.
El grito de guerra, ideado por Alex Mumbrú, comenzó a utilizarse en las Olimpiadas de Atenas en 2004 y sigue siendo utilizado veinte años después. Además de apelar a la implicación defensiva, tiene un doble sentido un tanto travieso.
En aquel entonces, los jugadores de baloncesto eran jóvenes y, como es natural, disfrutaban de la fiesta. Para poder escaparse y disfrutar de la noche sin ser vistos, tenían que saltar un muro. De ahí surgió el grito que ha acompañado a la Selección de baloncesto en la etapa más gloriosa de su historia.