La hermandad del Nazareno, finalmente, no pudo realizar su salida procesional debido a las inclemencias meteorológicas. En un principio, se había previsto anunciar si saldrían o no a las 22:00 horas, pero la hermandad decidió posponerlo hasta la 1:00 horas. José Fernández Mora, su hermano mayor, sorprendió al anunciar que postergaban nuevamente la decisión y que tomarían el dictamen definitivo alrededor de las 2:00 horas, momentos antes de la hora prevista para la salida.
El Regidor Perpetuo, que había recibido el bastón de mando de la ciudad en la mañana del Jueves Santo, tuvo que quedarse en la Iglesia Mayor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronosticó un 100% de probabilidad de precipitaciones durante la madrugada del Viernes Santo. La previsión empeoraba aún más por la mañana; a las 7:00 horas había un 75% de probabilidad de tormenta, y las probabilidades se confirmaron: en ese momento cayó un gran chaparrón.
Los hermanos realizaron el rezo del Ejercicio de las Cinco Llagas y posteriormente, desde las 3:00 hasta las 4:30 horas, se abrieron las puertas del templo para que los miles de fieles que se agolparon en la plaza de la Iglesia esperando la decisión pudieran visitar a Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores. El encargado de abrir la Iglesia Mayor fue, como es tradición, el pregonero de la Virgen, que este año era Ignacio Bermejo.
Antes de la apertura de las puertas, el Hermano Mayor, junto al padre Daniel Robledo, impuso la medalla de la hermandad a Fray Luis David, vicepostulador para la causa de la Beatificación de la Hermana Cristina, quien también se dirigió a los fieles presentes con un breve rezo y unas palabras de reflexión.
