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'¿Y ese libro dónde se puede comprar? En García Bozano...'

Cuatro escritores isleños como José Carlos Fernández, Paco Melero, José Manuel Revuelta Soba y Paco F. Frías hablan de la centenaria librería

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¿Y el libro dónde se puede comprar? En García Bozano…, se trata, sin duda, de una de las expresiones que quedará para la historia del palabrerío de San Fernando. Y es que han sido y siguen siendo muchos los autores de libros de la localidad isleña que saben que si hay un sitio de referencia, una especie de templo sagrado por el que deben pasar sus obras, esa es la mítica librería de la calle Rosario que ya se encuentra de lleno en la celebración de su centenario.

Cuatro de esos escritores que saben lo que es poner sus libros a la venta en García Bozano han querido dar a conocer su opinión a San Fernando Información sobre lo que supone que una institución local como dicho negocio haya alcanzado el centenario. Se trata de José Carlos Fernández, Paco Melero, José Manuel Revuelta Soba y Paco F. Frías.

José Carlos Fernández


Para José Carlos Fernández “es más que una librería, no llega a los cien años una librería, llega a los cien años una institución cultural de La Isla. Sobre todo, hace años, para los que empezábamos a escribir entonces Bozano era la literatura de las virtudes teologales. La fe, la esperanza y la caridad. La fe era la que nosotros depositábamos en él para que nos promocionara y nos ayudara…;  la esperanza para continuar produciendo y en la línea que habíamos comenzado precisamente en la librería; y la caridad por el sentimiento que siempre él demostraba hacia nosotros animándonos con sus palabras y ayudándonos con su entusiasmo. Este aniversario es muy bienvenido y muy querido”.

Sus primeras vivencias a torno a García Bozano le trasladan a la época en que la su abuelo, que era jerezano, “me compraba recortables de aviones, autobuses, lo que había entonces que era un entusiasmo para los chiquillos, tendría siete u ocho años. Esos son los primitivos recuerdos y, un poco más adelante, cuando mi padre me traía los tebeos del Cachorro y de ese estilo, que se los vendía una hermana de Paco, Rosita”.

Uno de los grandes atractivos que tiene es, sin lugar a dudas, su escaparate hacia el que se van los ojos cuando uno pasea por Rosario. “Antiguamente se llamaban biombos. Yo de niño iba al biombo de Bozano, ya no sólo porque mis libros hayan estado allí de manera ocasional, sino porque es un escaparate que entusiasma, es mágico. Ves los libros y, evidentemente no los lees, pero te los imaginas. Hay portadas que te inspiran para tus libros, para las obras de teatro…”.

Una de las claves, que según José Carlos Fernández, ha habido para que el mítico negocio isleño alcance cien años de vida ha sido que “lo que no tenía nadie, siempre lo tenía él. Y hablo también de libros profesionales, hay que tener en cuenta que aquí ha habido mucha industria, mucha marina y todos esos profesionales se tenían que preparar y esos libros siempre los tenía él, y si no los tenía en un par de días te los localizaba”.

Fernández Moreno afirma que “Paco es la esencia de lo que su padre ideó, creó y promocionó, pero además hay que hacer mención a su esposa, que es una persona encantadora y a la que tengo mucho aprecio, además de a su hija Cristina que es la que actualmente lleva gran parte del peso de la librería y que es una profesional como la copa de un pino. Yo estoy con ellos encantados, ya que siempre me han ayudado mucho y es una familia querida”, para terminar diciendo que “duren otros cien más por lo menos”.

Paco Melero

Paco Melero también se une a esta particular homenaje a la Librería García Bozano en una efeméride tan especial. “Cien años no son cuatro días, cien años son muchos años. García Bozano ha vivido toda una época tremenda, una era, y además se ha comido prácticamente la Depresión del 29, las dos guerras mundiales, la Guerra Civil con todo lo que arrastra eso de censura, de problemas y ahí sigue vivo. Es algo digno de celebrarse”.

Para Melero el secreto de este ejercicio de supervivencia es "el que ellos saben y es el contacto con la gente que va por allí, saber qué es lo que le gusta al cliente, llenar siempre los escaparates de actualidad, exponer los últimos libros que van saliendo…, la atracción del público es el único secreto”.

El escritor isleño señala que “hay más librerías en San Fernando, lo que pasa es que cien años deja atrás una estela de fama y de cosas que eso no se puede borrar”, y añade que, a nivel familiar, “es mi nieta la que está comprando continuamente. Yo siempre le digo que cuando necesite algo que se lo pida a Nuria, que ella le despacha gustosamente. Y de antigüedad yo recuerdo cuando iba a las clases de Delineación en el Centro Obrero pues siempre estábamos en contacto, que si los lápices, que si el cartabón…, todo era García Bozano”.

Por último, les lanzó un deseo. “No solamente a Paco, porque García Bozano han sido varias generaciones, que duren cien años más y que sigan al pie del cañón porque están impartiendo en realidad cultura, además de la atención tan buena que dan al público de San Fernando”.

José Manuel Revuelta Soba

El profesor José Manuel Revuelta Soba, además de ser catedrático en Cirugía, también durante sus varios años ha sacado su vertiente cultural plasmada en varios libros que, por supuesto, saben lo que es lucir en el escaparate de la icónica librería isleña. “García Bozano es una parte innata de La Isla, yo no concibo a esta ciudad sin García Bozano y siempre que paso por delante siempre pido que Dios quiera que siga mucho tiempo, ya que hoy día a nivel cultural, que parece que está devaluada con todas las tecnologías que existen, la gente no compra papel. Yo tengo que comprar el papel, sentarme, percibir su olor. La librería tiene un mérito increíble, siendo una de las más antiguas de España, y una de las primeras de Andalucía.

Revuelta Soba recuerda que “de niño compraba allí los tebeos y luego los cambiábamos en el Teatro de Las Cortes antes de las dos sesiones de cine con dos películas y el Nodo por medio. Tanto Paco como su hija Cristina siempre están ahí y tienen lo último que sale, los mejores autores y siempre están pensando en que necesita La Isla que se siga poniendo en el escaparate, lo mejor de lo mejor. Son una gente encomiable y ese negocio es una bandera de La Isla”

Para el profesor “una librería no es un comercio más, que ahora además tienen que estar luchando con un temporal como son las nuevas tecnologías o la gente que lee poco. Un país como el nuestro que se jacta de no haber leído nunca un libro, eso no se concibe en ningún país del mundo. La curiosidad que tiene el pueblo tiene sus respuestas allí en García Bozano. Yo he tenido la suerte de que los libros que he publicado siempre han estado ahí, además siempre con un cariño tremendo poniéndomelos en el rincón de La Isla, que es el que está a la izquierda al lado de la puerta. García Bozano cuida la cultura y cuida la cultura de La Isla”.

Por último, José Manuel Revuelta finaliza diciendo que “los tiempos de García Bozano son ahora y yo siempre digo que en estos tiempos en los que se lee menos, en los escaparates de García Bozano tienen la respuesta a todas nuestras preguntas, ya sean culturales, científica, tecnológicas. Yo lo que les pediría es que sigan con el mismo ánimo que han estado toda la vida, que es luchando, no solamente por la cultura, sino por La Isla. Yo desde niño ha entrado allí, no me voy de La Isla sin comprarles algún libro, o sea que larga vida”.

Paco F. Frías

Paco F. Frías es otro de los escritores locales que puede presumir de que su obra ha estado a la venta en García Bozano. “Yo tengo mi propia experiencia en mi familia, ya que provengo de comerciantes que en un momento determinado cumplieron 50 años. Era el negocio de mi abuelo y luego de mi padre, posteriormente los hijos no seguimos esa vocación y se perdió. Pero recuerdo que aquellos 50 años fueron la bomba, imagínese cien. Son pocos los comercios que llegan a esa cifra y sobre todo en ciudades más pequeñas como las nuestras. Me acuerdo como si fuera ayer, ya que son cosas de la vida que se te quedan grabadas porque están relacionadas a personas, caras, olores y momentos de gozo, porque mi primer contacto con la librería se remonta a mi edad infantil”.

De aquella época, cuando tenía poco más de diez años, recuerda que “nosotros teníamos allí una reserva de la prensa infantil, que las personas de mi edad lo saben y que eran el Capitán Trueno, El Jabato, Hazañas Bélicas o uno de un gatito muy gracioso. Y entonces eso yo creía durante mucho tiempo que me lo compraba mi padre. De los tres hermanos que éramos, dos fuimos los que teníamos dicha reserva y según el día de la semana y el ejemplar que tocase, íbamos uno u otro a recogerlos. Ya con el tiempo me enteré que era mi hermano Miguel el que ahorraba del dinerillo que nos daba mi padre y era el que tenía la suscripción”.

Entre las curiosidades que rememora Frías hay una que llama la atención. “A mi García Bozano me recuerda al olor que tenía la goma de borrar Milán. Siempre que entraba allí, ese era mi olor. De hecho, cuando hoy día huelo una de manera automática se me aparece la imagen de la librería”, además de acordarse de Pinto y Manolo Rojas, dos de los dependientes que han estado detrás de su mostrador, o del antiguo mostrador que tenía la librería antes de la reforma a la que fue sometida “que estaba a la derecha y no a la izquierda como ahora, y que además era de madera, muy bonito, muy artesanal y larguísimo”.

El isleño recuerda que, además, era y sigue siendo del barrio ya que vive en García de la Herrán a escasos pasos del negocio. “Como cualquier cañaílla al que le gusta la lectura, hemos ido a encargar o a comprar un libro. En mi caso el que yo publiqué, lo tuvieron ellos allí a la venta. Al verlo en el escaparate me dio una satisfacción muy grande, ya que son de esas cosas que te hacen pensar que cómo te ibas a imaginar una cosa así cuando eras niño. Nunca he perdido el contacto con el establecimiento, siempre ha habido una cartulina que comprar, papel de calco, las plumillas, los pizarrines, los mapas mudos, políticos o geográficos, lápices Goya…, siempre detrás de todo esto estaba García Bozano”.

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