En visitas realizadas a los campamentos de refugiados responsables de Sadicum han podido comprobar como niños y niñas que van a diario a la escuela “no tienen ni un simple lápiz para escribir, ni cuadernos, ni un libro que leer. Resulta difícil la enseñanza para los profesores donde no hay medios materiales de ningún tipo”.
Por ello han considerado que este año no sólo recogerán alimentos, también se solicitan la aportación de un libro de lectura usado, cuentos para pequeños, etc. Todo esto con el objetivo de que algunos niños y niñas chiclaneros se solidaricen con un pueblo necesitado y tomen conciencia de todo aquello que poseen y que otros sueñan tener.
Con estos libros podrían dotar una pequeña biblioteca en un centro escolar de Dajla y otro de Smara y “se haría feliz a muchos”.