Como protesta, los cabreros derramaron 500 litros de leche ante las puertas de la empresa, según han informado desde COAG Andalucía en un comunicado. Tras este acto, comenzó una concentración que se mantendrá durante toda la noche y que mañana se verá ampliada con ganaderos procedentes de todas las provincias andaluzas.
COAG Andalucía ha destacado que se produjeron "momentos de tensión" con la llegada de un camión que fue bloqueado por los cabreros. Asimismo, ha indicado que al intentar los cabreros derramar la leche que transportaba el camión, las fuerzas de seguridad intervinieron para impedirlo y hubo forcejeos con algunos de los manifestantes, aunque finalmente "la situación se resolvió sin incidentes y con la retirada del camión".
Además, han señalado desde la coordinadora que la situación de los cabreros "es crítica, ya que las pérdidas acumuladas superan los 40 millones de euros". Así, han explicado que los productores perciben 0,38 euros por litro frente a los 0,46 y 0,53 que se pagaron en 2006 y 2007, respectivamente, lo que significa "una remuneración similar a la de hace más de 20 años". Por tanto, "mientras los costes de producción de los cabreros se han elevado un 12 por ciento, sus ingresos se han reducido un 18", han criticado.
Por ello, desde la coordinadora piden "que la industria se siente en una mesa en la que se pueda hablar de precios mínimos, vinculados a los costes de producción". "Sólo así se evitará que miles de familias vayan a la ruina", han asegurado.
EL SECTOR CAPRINO ANDALUZ EN CIFRAS
Según COAG Andalucía, la región andaluza es la principal productora de leche de cabra de España y cuenta con unas 7.000 explotaciones de ganado caprino, la mayoría de orientación lechera. El censo es de alrededor de 1.000.000 de animales, casi el 40 por ciento del total nacional y un 10 por ciento del censo total de la Unión Europea.
La producción ronda los 230 millones de litros de leche, con un valor que se aproxima a los 120 millones de euros. Ello supone el 47 por ciento del total nacional de leche producida.
Sin embargo, en los últimos años ha desaparecido más del 10 por ciento de las explotaciones y la edad media del sector se sitúa en torno a los 45 años, con una intención de relevo generacional que no supera el 8 por ciento.
