En este vídeo, editado por Ángel Gallego y grabado por Jaime Aznárez, te acercamos la historia de uno de los platos típicos de San Fernando y que se ha expandido a lo largo de la geografía española.
Desde siempre ha existido mucha rivalidad entre La Isla y Cádiz por adjudicarse la tortillita de camarones, aunque siempre se ha dicho que nacieron en Las Callejuelas, un barrio humilde y de pescadores, situado cerca de Gallineras . El origen de este alimento se remonta entre los siglos XVI y XVIII, años en los que el comercio con América trajo consigo su gastronomía, como fueron las tortas de maíz y harina. Todavía no está muy claro quién fue el inventor de la tortillita de camarones, aunque hay dos hipótesis principales. Los que dicen que la crearon una colonia genovesa que hubo en Cádiz en el siglo XVIII y otra que fueron los propios gaditanos. Aunque este plato a día de hoy no esté relacionado con ninguna clase social, en su nacimiento, no fue así. Los más desfavorecidos empezaron a añadirle camarones a las tortas de harina y maíz, debido a la abundancia y que costaba muy poco producirlas.
Siempre se dijo que Catalina Pérez, madre de Juan Vargas, fue la precursora de su comercialización en los bares y restaurantes de La Isla. Aunque no es la única persona a la que se le atribuye la mercantilización de la tortilla de camarones. Carmen Pecci, natural de San Fernando, empezó a venderlos en su churrería/quiosco de Cádiz, después de la Guerra Civil. Posteriormente, Catalina se convirtió en pionera porque encontró una fórmula para llevarla a los bares. Utilizando harina de garbanzo, harina de trigo, camarones, perejil, sal y cebolla. Años más tarde, la Venta de Vargas innovó al cambiar el agua del grifo por sifón, creando los famosos encajes en las tortillitas. Aunque a día de hoy, la versión definitiva de la receta que se utiliza actualmente la creó María Picardo, cambiando el sifón por agua con gas.
