El gerente de la Venta de Vargas y una de las voces más autorizadas en San Fernando para hablar de la figura de Camarón de La Isla, Lolo Picardo, no se ha mordido la lengua al criticar que no se haya sido previsor por parte del Ayuntamiento a la hora de licitar con tiempo la nueva plica para la gestión y reapertura del Centro de Interpretación de José Monje Cruz, que cerró sus puertas en el mes de septiembre y está pendiente de resolución porque se ha presentado una reclamación contra la adjudicación final.
“He visto a gente de Logroño en la puerta llorando por no poder entrar en el Museo de Camarón”, afirma Picardo, quien añade que “se ha llevado muy mal todo lo relacionado con la nueva licitación y es con esas cosas con las que los flamencos pedimos que se tenga un poco más de cuidadito”.
Y añadía que “es verdad que se anunció en prensa que cerraba, pero hay gente que lee las cosas y otras que no. Muchos pedían una semana en sus trabajos para venir y cuando venían se han visto con las puertas cerradas”.
Lolo Picardo destaca el “excelente resultado” que nivel arquitectónico ha tenido el Centro de Interpretación de Camarón de La Isla, que además fue diseñado por el arquitecto local Carmelo Maura, pero critica su “falta de actividad, ha quedado como un museo muerto”. Para ello considera clave que se organicen exposiciones itinerantes. “Por poner un ejemplo, se podría hablar con la familia de Paco de Lucía para traerse aquí durante un tiempo guitarras de él o de otros grandes artistas flamencos. Además actuaciones, pero no que nos cuesten 6.000 euros en la azotea, sino con artistas locales”.
Es por ello que considera necesario que se cree la figura de un director que “lleve las riendas” o, en su defecto, que se nombre un concejal específico de Flamenco.
Casa Natal de Camarón
El gerente del conocido restaurante ubicado en la Plaza Juan Vargas tampoco comparte el resultado final de la Casa Natal de Camarón. “Esa no es la casa de Camarón, es la casa que le hubiera gustado tener a Camarón”, y ahonda en esta idea añadiendo que “lo vi muy mal cuando se tiró la casa entera, ya que creo que se ha querido ocultar la pobreza de Camarón. Tú cuando vas a ver la casa de Ana Frank es la casa donde vivía Ana Frank, y lo mismo pasa con la de García Lorca”.
“Creo que debería de haberse quedado como estaba y que reflejara lo que era aquella época de posguerra, donde había muchas necesidades”, afirma Picardo y sentencia que “desilusiona a muchos de los que vienen, porque quieren encontrar pureza y verdad y no la hay”.