Una mujer ha sido detenida en Dénia (Alicante) por presuntamente desatender las necesidades básicas de su abuela con la que convivía, una octogenaria con problemas de movilidad y deterioro cognitivo que residía en una vivienda que se hallaba en un estado deplorable e insalubre, con bolsas de basura, restos de alimentos y heces de animales por todo el suelo.
Además, la detenida está acusada de apropiarse, junto con su compañero sentimental, también arrestado, de unos 40.000 euros que supuestamente ambos habían extraído en poco más de tres meses de la cuenta bancaria de la anciana, de 85 años, según ha informado este martes la Policía Nacional en un comunicado.
El estado de la casa donde residían la anciana y su nieta "era insalubre, con bolsas de basura, restos de alimentos, heces de animales por todo el suelo y un fuerte hedor a suciedad", han señalado fuentes policiales. Además, han indicado, "no funcionaban los electrodomésticos, por lo que no tenían forma de conservar los alimentos".
Fuentes policiales han explicado que, "gracias a la labor por parte de las instituciones municipales y policiales, a día de hoy la octogenaria se encuentra bien atendida en una residencia, recuperándose de los importantes signos de desnutrición y falta de higiene debido a la desatención de sus necesidades básicas durante un largo periodo de tiempo".
La detenida, acusada de los delitos de abandono de persona con discapacidad necesitada de especial atención y de apropiación indebida, vivía con su abuela desde la adolescencia y era la encargada de su cuidado y manutención debido a los problemas que tenia de movilidad.
La intervención policial se llevó a cabo a raíz de una denuncia presentada en la Comisaría de Dénia por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de esta localidad, que alertó de una posible situación de abandono hacia esta mujer de avanzada edad, que presentaba un deterioro cognitivo importante y requería de ayuda permanente para atender sus necesidades básicas, ya que apenas podía moverse.
Los detenidos, ambos españoles, de 30 y 35 años, han sido puestos en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales, a la espera de su comparecencia en sede judicial.