Los hechos se produjeron en la madrugada del pasado 29 de mayo cuando los agentes de la Policía Nacional se encontraban realizando los controles de los vehículos procedentes de Tánger. Fue entonces cuando interceptaron a un vehículo todoterreno con matrícula española en el que se escondía una persona en los bajos del coche, más concretamente en un hueco practicado en el chasis del mismo.
El inmigrante viajaba escondido en el habitáculo tumbado encima de una chapa, a la que se había practicado un hueco, para introducirse paralelo al eje de transmisión, de forma que su cabeza iba junto al diferencial trasero del vehículo y los pies junto a los colectores de los tubos de escape, con el consiguiente peligro que esto supone para la integridad física del inmigrante oculto, que de hecho presentaba una serie de pequeñas quemaduras.
Por ello, al inmigrante detenido por entrada irregular se le incoó un expediente de devolución para su repatriación a Marruecos, procediéndose además a la detención del conductor del coche, imputado por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.