El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se citan hoy en París con el objetivo de dar por enterradas las divergencias de 2022, cuando ambos gobiernos chocaron en materia de defensa y de energía.
Los dos dirigentes vivieron momentos tensos en 2022 motivados por los desacuerdos con la manera de afrontar las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania.
Aunque en octubre Macron y Scholz solventaron algunas diferencias importantes, aún quedan flecos por cerrar, como el envío a Ucrania de los tanques alemanes Leopard 2, que Berlín aún no autorizó al resto de países europeos, y que será uno de los temas de más actualidad encima de la mesa.
También el cómo dar una respuesta europea a la Ley para la Reducción de la Inflación Emisiones (IRA) de EE.UU.; o la política de defensa encarnada en el proyecto europeo de aviones de combate SCAF, encabezado por Francia, Alemania y España.
La jornada comienza con un encuentro de Scholz con Macron y con la presidenta de la Asamblea francesa, Yael Braun-Pivet, en la Universidad Sorbona, que servirá para celebrar los exactos 60 años del Tratado del Elíseo que sella la amistad franco-alemana (dos países que libraron tres guerras entre los siglos XIX y el XX).
Después de las respectivas declaraciones, acudirán al Palacio del Elíseo, donde se celebrará un Consejo de Ministros franco-alemán que culminará con una rueda de prensa conjunta a las 17 horas (16 hora GMT) de Macron y Scholz.