Según ha informado el concejal delegado de Limpieza, Juan Lozano, el servicio extraordinario se activará antes de que comiencen su estación de penitencia las distintas hermandades. Un camión y una cuadrilla específica de recogida de enseres despejará los itinerarios previstos de posibles objetos y contenedores que puedan obstaculizar el paso de las cofradías. Esta tarea irá acompañada por una barredora mecánica que también actuará repasando los recorridos con antelación a la salida de las cofradías.
Por otro lado, tras el paso de cada procesión actuarán dos peones de barrido que limpiarán la vía pública, “a cierta distancia de los desfiles con el fin de no perturbar el desarrollo de los mismos”, explica Juan Lozano.
En horario nocturno, coincidiendo con la finalización de las procesiones, y una vez que la vía pública esté vacía de público entrará en acción una brigada especial compuesta por cinco operarios y una barredora, volviendo a dejar en óptimo estado de limpieza las zonas por donde se desarrollan las procesiones.
Asimismo, destaca el refuerzo del número de efectivos el Martes Santo, fecha en la que saldrá a la calle la cofradía del Medinaceli que cuenta con miles de devotos que se concentran a lo largo de su itinerario. Por este motivo el servicio nocturno se reforzará con un peón de barrido adicional.
El responsable de Limpieza en el Consistorio, Juan Lozano, ha comentado que “estos servicios especiales se sumarán al dispositivo habitual desplegado en toda la ciudad”. El edil subraya que “así garantizamos que las calles estén en perfectas condiciones cada mañana siguiente a los desfiles procesionales”.
La última fase del operativo de limpieza previsto para Semana Santa comenzará el lunes 5 de abril, día siguiente del Domingo de Resurrección. Un equipo de limpieza a presión comenzará a actuar para eliminar la cera pegada al pavimento por donde hayan pasado las procesiones. Esta labor tendrá una duración aproximada de diez días.