México se mantuvo en 2022, por cuarto año consecutivo, como el país más peligroso para los profesionales de la información al sumar 11 periodistas asesinados, tres más que en Ucrania, de acuerdo con el balance anual que publicó este miércoles Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Los estudios sitúan a Latinoamérica como la zona más peligrosa para ejercer la libertad de prensa, ya que la región acumula casi la mitad de las muertes violentas globales (el 47,4 %) de periodistas en ejercicio de su profesión.
En total, este año, "57 periodistas han pagado con su vida su compromiso con la información, frente a los 48 asesinatos en 2021, y los 50 en 2020", indica el informe de RSF.
El 65 % de todos ellos "han sido asesinados en zonas consideradas en paz", pero las peores cifras las mantiene México, donde hubo 11 periodistas muertos.
Son cuatro más que en 2021 y tres más que en el mismo periodo en Ucrania, que fue el segundo lugar más mortífero del mundo para los periodistas debido a la invasión rusa.
Haití se situó en tercer lugar, con seis periodistas muertos, mientras que Brasil igualó a Siria y Yemen con 3 víctimas.
De Brasil, RSF resalta el caso del periodista británico Dom Phillips, cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en la Amazonia brasileña mientras trabajaba sobre las amenazas a los indígenas en esa región.
De entre los periodistas fallecidos, 49 eran locales y 8 extranjeros y la mayoría fueron asesinados de forma "deliberada" (solo una docena del total de las muertes ocurrieron de manera fortuita, sin ser blanco expresamente).
RSF elabora anualmente este tipo de balances desde 1995 en base a datos recopilados entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de su publicación. El cómputo total del balance 2022 incluye a periodistas profesionales y no profesionales, así como a otros trabajadores de los medios.