Tras la caída del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Chiclana durante este mandato y la parálisis urbanística que han sufrido algunas zonas de la ciudad que se quedaron sin regularización desde que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anulase este documento, siendo la cuarta vez que el Alto Tribunal tumbaba el plan, y teniendo que regresar a las normas subsidiarias de 1987, parece que por fin la problemática llega a su fin.
Después de mantener un encuentro esta semana el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, ambas administraciones conformaron el cronograma para las nuevas normas urbanísticas y pusieron fecha de entrada en vigor. El Plan de Ordenación Urbana (POU) que verá la luz dentro de 15 meses, en torno a enero de 2024, servirá para crear una fotografía de los suelos urbanos actuales y darle una solución inmediata a esas zonas que ante la anulación del PGOU, aún teniendo carácter urbano, no habían podido obtener licencias.
A su vez, el Ayuntamiento también trabaja en el documento del Plan General de de Ordenación Municipal (PGOM), lo que antes de que entrase la Ley Lista en vigor se conocía como el Plan General de Ordenación Urbana, el proyecto que marcará el futuro desarrollo urbanístico de la ciudad. Un documento con el que se configura y planifica por dónde va a crecer la ciudad y que es sometido a una evaluación ambiental. Este proyecto, que persigue alcanzar un municipio más sostenible y que desde el Ayuntamiento sostiene que “a la hora de elaborarlo se piensa en las personas, en el suelo y en la economía”, se prevé que esté listo en menos de tres años.
En el encuentro mantenido bajo “un clima de diálogo”, el alcalde de Chiclana, José María Román, señaló que “no hay otra manera de avanzar, que no sea con el entendimiento de la Junta y el Ayuntamiento, aceptando los criterios que marca la Consejería competente en la materia”. “Esto nos lleva a que una parte importante de los suelos de las antiguas Áreas de Gestión Básicas pasen a suelos rústicos y, por consiguiente, la solución a los servicios básicos pasan por planes especiales, sin cesiones para zonas verdes o equipamientos, pero también sin llegar a niveles de urbanización de un suelo urbano”.
La tramitación del POU va en paralelo a la del PGOM, del que el Ayuntamiento sostiene que hay un intenso programa de participación ciudadana y de información pública. Para la próxima reunión que se celebre entre ambas administraciones, la delegación de Urbanismo se ha comprometido a presentar el plano del POU con las últimas incorporaciones y retoques que les han sido señaladas desde la Dirección General. “Nos hemos comprometidos ambas partes a empujar lo máximo que podamos, tanto en el POU como en el PGOM, cuyo proceso de participación ciudadana va al Pleno de este mes de noviembre, tras la celebración del Consejo Local de Urbanismo”. “De esta forma, la participación pública se producirá antes y no después de tener conformado el documento”, recalcó Ana González, delegada municipal de Urbanismo.
“Es una muy buena noticia que podamos tener en unos 15 meses la solución a los suelos urbanos de Chiclana y en unos tres años la aprobación del PGOM, documento que reflejará los futuros crecimientos de la ciudad”.