Los ecologistas han anunciado acciones legales contra el Departamento de Miguel Sebastián, por considerar que el proceso para la elección del emplazamiento es “antidemocrático”.
Junto a los bidones “radiactivos” los activistas de Greenpeace desplegaron una gran pancarta en la que se podía leer: “No al cementerio nuclear”.
Al término de esta acción de protesta, Greenpeace denunció el desconocimiento sobre el ATC que sufren tanto la ciudadanía como los propios ayuntamientos de los municipios que han presentado su candidatura para albergarlo y culpa de ello a la desinformación por parte del Gobierno.
Según esta organización, el centro tecnológico que iría asociado al ATC implica poner en marcha un reactor nuclear y el Gobierno “ha obviado deliberadamente informar sobre esto”.
Para Greenpeace, esto hace que el proceso de búsqueda de emplazamiento para el ATC sea “antidemocrático” y se esté realizando “con una falta de transparencia total”, que ha ido acompañada “de un rechazo social y un conflicto territorial y político”.