Gabilondo insistió en esta idea durante la entrega en Sevilla de los premios europeos e-Twinning, una iniciativa puesta en marcha hace cinco años por los profesores y que tiene como objetivo crear un hermanamiento escolar entre dos o más centros educativos de países europeos.
“Me preocupan mucho los que piensan solos, poniendo la mano en la frente y pensando que el conocimiento va a surgir de su genialidad”, afirmó el ministro, quien recalcó: “Tenemos que trabajar conjuntamente” porque “se educa siempre en comunidad, por todos y cada uno, por todas y cada una”.
Por ello, alabó la iniciativa e-Twinning porque ha surgido de los profesores y pretende desarrollar un proyecto común entre centros educativos para fomentar el modelo europeo de sociedad multilingüe y multicultural y promover el trabajo en colaboración entre los socios del proyecto así como practicar con las nuevas tecnologías.
“La educación es el futuro de Europa”, agregó el ministro durante su intervención, en la que situó la política educativa como “clave” en la construcción europea y como “la mejor política social” posible para conseguir que en 2020 el 85% de los empleos europeos sean cualificados. Así, instó a situar la “educación en el corazón de la economía” porque “es la mejor fuente de bienestar” y porque, en caso contrario, “no habrá futuro para Europa”.
Por ello, el ministro reiteró la necesidad de que Europa no se construya sólo con la moneda, la economía o la seguridad.
La pluralidad de las lenguas, la diversidad europea y el “espacio abierto a la interculturalidad y la inclusión” son conceptos que, según el ministro, se potencian con proyectos como e-Twinning porque “queremos una Europa unida, no uniforme”.
Gabilondo señaló que la Europa que quiere está representada en “la pasión y entusiasmo” de los profesores de los 23 países presentes en Sevilla, y subrayó que “lo único que merece la pena saber en este mundo es el saber de la amistad”.
El hecho de que los centros escolares de distintas lenguas compartan experiencias a través de internet supone para el ministro que “la dinámica de la sociedad civil y de la comunidad educativa es nuestra mejor esperanza”.
Gabilondo también ha pedido a los docentes que pregunten a los estudiantes las cosas que hacen en las aulas que carecen de interés para ellos o qué echan de menos, porque “necesitamos sus propuestas para ver cuáles son las competencias adecuadas si queremos abrirnos a nuevas profesiones”, dijo.