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Huelva

La robótica, al servicio de los cultivos de olivo gracias a investigadores de la UHU

El objetivo es optimizar la producción y mejorar la calidad del olivo, así como hacer estos cultivos más sostenibles, ha indicado la Universidad de Huelva

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  • Borja Millán. -

Investigadores del Centro de Investigación en Tecnología, Energía y Sostenibilidad (CITES) de la Universidad de Huelva han desarrollado, en el marco del proyecto OliBoTIC, robots con sensores Lidar (Light Detection and Ranging) para recrear entornos 3D y teledetección en cultivos de olivo.

El objetivo de dicho proyecto, según ha informado la UHU en un comunicado, es optimizar la producción y mejorar la calidad del olivo, así como hacer estos cultivos más sostenibles.

El coordinador del equipo investigador, en el que también participan investigadores de la Universidad de La Rioja y del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias y Veterinarias (INIAV) de Portugal, es Borja Millán, quien ha precisado que OliBoTIC se orienta a un tipo de cultivo del olivo denominado intensivo o súper intensivo, caracterizado por tener marcos de plantación muy pequeños, con los árboles situados muy cerca unos de otros, incluso formado espalderas (cultivos en línea continua).

Un tipo de cultivo que "favorece la manipulación y extracción mecánica de las aceitunas, así como el fertirriego, sistema por el que se aplica de manera simultánea el agua y los nutrientes que necesita el cultivo de manera precisa", ha manifestado.

De esta forma, con OliBoTIC, "queríamos ofrecer a los agricultores una tecnología que les permita conocer con precisión cuáles son las necesidades exactas del cultivo, de cada ejemplar, y que no requiriera de mucha mano de obra". Esto se logra mediante la monitorización continua del desarrollo de los árboles con el uso de plataformas (robots) en tierra equipadas con sensores especiales, a través de los que se obtiene una recreación 3D precisa de la superficie a estudiar.

Si bien se han diseñado y fabricado dos prototipos, la investigación trabaja en la optimización de estas plataformas, especialmente en la más pequeña.

"Nuestra idea es combinar ambas plataformas y tratar de obtener lo mejor de cada una: por un lado, un robot más grande, con un sistema de sensores más complejo (y costoso), y por otro, una más pequeña, del tamaño de un coche teledirigido de juguete, al objeto de que tenga una mayor movilidad y flexibilidad, equipada con sensores más ligeros y sencillos", ha explicado el investigador.

Esta unidad más pequeña, que podría pasar por debajo de los olivos, entre dos plantas, etc., haría la función de señalar aquellas zonas que necesita que explore con más precisión el robot mayor.

El moderno equipamiento se basa sensores de tipo multiespectral, y sensores LiDAR (Light Detection and Ranging) que, mediante pulsos de luz, permite obtener una recreación en 3D del espacio a estudiar, pudiendo conocer la distancia a la que se encuentra el objeto.

Para Millán, estos sistemas, especialmente los de alta sensibilidad, son "muy interesantes, porque con el sistema LiDAR podemos ver incluso lo que hay detrás de la hoja, pudiendo saber, por ejemplo, cómo son las ramas que hay detrás, si existen huecos, etcétera, indicadores útiles, por ejemplo, para realizar podas correctivas de algún tipo."

El proyecto trata de explotar este sensor para comprobar si es capaz de localizar el fruto, aunque esté oculto a la vista. Una vía para solventar esta situación ha sido la incorporación en la plataforma de cámaras convencionales para tomar imágenes RGB que, analizadas por ordenador, permiten identificar esos frutos.

Para las pruebas de campo, Borja Millán y su equipo cuentan con la colaboración de la almazara Nuestra Señora de la Oliva (Gibraleón), que también colaboró en el proyecto Tecnolivo y con Elaia, empresa de Portugal que gestiona la mayor superficie dedicada al cultivo del olivo del mundo. 

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