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Ronda

Dejar atrás la guerra para comenzar en Ronda una nueva vida

Las familias que llegaban el lunes desde Ucrania reciben el apoyo de la ciudad, relatan su huida e inician los trámites para establecerse en nuestra ciudad

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  • Minuto de silencio por las víctimas de la guerra de Ucrania en Ronda. -

Esta mañana varios representantes de la Corporación Municipal ha guardado un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento de Ronda como muestra de rechazo a la guerra en Ucrania, y en señal de respeto hacia las víctimas que ha provocado el conflicto. Una ocasión en la que han estado presentes Olga, Natalia y Anastasia junto a sus hijos, que llegaban la noche del lunes a nuestra ciudad tras un viaje de cuatro días, y dado que la madre de Natalia, Nina, reside en nuestra ciudad desde hace más de 20 años.

Por el momento, como ha trasladado la alcaldesa María de la Paz Fernández, se alojan en un hostal, mientras el Consistorio y Cruz Roja colaboran en la búsqueda de un inmueble donde puedan quedarse de manera más estable, al tiempo que ya disponen del servicio de comedor social. Lo urgente ahora, añade Fernández, es la escolarización de los seis pequeños y la regularización de su situación en España, tanto a nivel de residencia, como sanitario.

Una de las ucranianas, Olga, ha relatado en inglés y con cierta dificultad cómo fue su marcha del país, junto a su hermana Anastasia, su prima Natalia y los seis niños. “Estábamos en Kiev cuando empezó la guerra, toda nuestra familia también estaba allí. Natalia vino a nuestra casa con su familia y vimos helicópteros, aviones, que empezaron a disparar y estábamos muy asustados, así que cogimos nuestro equipaje y algunas cosas y llegamos a otra región de Ucrania”, relata, al tiempo que explica cómo fue testigo de la destrucción de las carreteras, que habían sido bombardeadas.

“Cuando llegamos a Rumanía, a un hotel fue la primera vez que nuestros hijos estaban tranquilos y se sentían seguros, pero éramos conscientes de que debíamos irnos a otro lugar para empezar una vida desde cero”, admite.

Estas mujeres han dejado atrás a sus padres y a sus maridos, ya que, como recuerda Olga, la ley obliga a los hombres ucranianos de entre 18 y 60 años a quedarse en el frente para combatir las tropas rusas.

Olga ha dedicado un emocionado agradecimiento a la ciudad de Ronda por la ayuda prestada, al tiempo que, dice, no deja de pensar en quienes no han podido abandonar el país por no contar con casa, y no disponen de víveres ante el cierre o la destrucción de establecimientos comerciales.

La alcaldesa se ha comprometido a prestar todo su apoyo a los ciudadanos ucranianos que lleguen a Ronda para que, en sus palabras “se sientan lo más cómodos posible” y puedan comenzar una nueva vida, lejos de las bombas, el miedo, la incertidumbre y el dolor.

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