La Policía Nacional ha detenido en Almería a un hombre de 26 años acusado de organizar profesionalmente peleas de gallos tras hallar en el interior de una nave-cochera 51 de estas aves con los espolones afilados, amputaciones de cresta y ciertas partes de su cuerpo con el plumaje afeitado, de modo que dos de los ejemplares fallecieron posteriormente a causa de las heridas sufridas en la pelea.
Los agentes fueron alertados mediante una llamada al Centro CIMACC 091 que en una nave de Calle San Joaquín se estaba celebrando una pelea de gallos, encontrándose en el lugar más de 80 personas, según ha indicado la Comisaría en una nota.
En el interior de la nave había un reñidero rodeado de asientos metálicos, y junto al mismo se encontraban a la llegada de los agentes 16 gallos, todos ellos enjaulados, y uno de ellos agonizando con numerosas heridas cortantes en cabeza y diversas partes del cuerpo.
Tras realizar una inspección del lugar se localizaron un total de 51 gallos y ocho gallinas, tres heridos de gravedad, además de una libreta con anotaciones de nombres y cantidades, supuestamente de apuestas ilegales, una báscula de pesaje de gallos, un escalímetro, utilizado para medir los espolones de estos animales, tres productos farmacológicos específicos para gallos, un bote de cristal conteniendo numerosas uñas endurecidas, supuestamente para ser acopladas a los animales para las peleas.
Los gallos encerrados tenían las crestas cortadas, las patas afeitadas y los espolones afilados. Tres de ellos presentaban heridas de gravedad, con laceraciones en el pico, cuerpo y patas, mutilaciones, y perdida de ojos. Por el suelo fueron hallados restos de plumas y sangre fresca.
Todos los animales fueron trasladados hasta el centro zoosanitario de Almería, donde dos de los gallos malheridos murieron por las heridas sufridas durante las peleas.
El responsable de lugar y de los animales, un hombre de 26 años de edad, fue arrestado por la Policía Nacional por un presunto delito de maltrato animal, comprobando los agentes que el mismo carecía de autorización administrativa para la cría y duelo de gallos.