La reina Isabel II, que en las últimas semanas se vio obligada a descansar por recomendación de los médicos, asistió el domingo al bautizo de dos bisnietos en Windsor, a las afueras de Londres, informan este lunes medios locales.
La soberana llevaba una pamela verde cuando fue fotografiada en un vehículo tras asistir al bautizo del hijo de su nieta Zara Tindal, Lucas Felipe, y el de la princesa Eugenia de York, Augusto, en la casa Royal Lodge, ubicada en el parque de Windsor.
Zara Tindal es la hija de la princesa Ana de Inglaterra mientras que la princesa Eugenia es hija del príncipe Andrés.
Además de la reina, de 95 años, acudieron al evento, de carácter privado, otros miembros de la familia real británica, entre ellos el duque de York, Andrés, y los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, según informan los medios.
El pasado fin de semana, la jefa de Estado no pudo asistir a la ceremonia que recuerda a los caídos en combate, que tiene lugar en Whitehall -calle sede del Gobierno-, por un problema en la espalda.
La salud de la reina ha sido motivo de inquietud en las últimas semanas, al haber cancelado también otros compromisos relevantes de su agenda, como su asistencia a la cumbre del clima Cop26 en Glasgow (Escocia), o una visita a Irlanda del Norte.
El pasado 20 de octubre la soberana tuvo que permanecer ingresada una noche en un hospital de Londres para ser sometida a pruebas preliminares y los médicos le recomendaron que guardara reposo.